Sentir es volver a estar en contacto con nosotros mismos
Sentir dolor nos reconecta (a veces) con nuestro cuerpo, permitiéndonos llamar la atención sobre nuestro «contenedor» o medio de expresión de nosotros en esta dimensión
Todos estamos más o menos acostumbrados a sentir dolor o, en general, a percibir nuestro cuerpo (a veces erróneamente); pero ¿cómo sentimos nuestra alma?
¿Por qué? ¿siente el alma? dirás
¿y cómo? ¿qué lengua habla?
El alma habla el lenguaje de la verdad
En el lenguaje del alma, no hay «si», «peros», «quizás», «debería», etc.
cuando percibimos tensión, indecisión, miedo a elegir, ira, frustración, incomprensión… es porque estamos «tocando los tambores de los pensamientos», frenéticamente, mientras el alma espera un momento de silencio para dejar que emerja su verdad. frenéticamente, mientras el alma espera un momento de silencio para dejar que emerja su verdad.
No hay nada que hacer, nada que buscar, nada que corregir… todo está ya ahí
Hoy baja el volumen de la radio de tus pensamientos y escucha …. entre el ruido de los coches en la calle, entre el canto de los pájaros y la sirena de una ambulancia, entre un debe, un haber y un haber … si guardas silencio y escuchas, podrás oír alto y claro el mensaje de tu alma.