Obligaciones: ¿por qué siempre me siento obligado? ¿Convicción o elección? ¿cómo salir de ella?
Una de las cosas que más nos pesan en nuestra vida cotidiana son las obligaciones.
Nuestra vida parece tachonada de obligaciones.
Para alguien VIVIR es una obligación
La obligación se percibe como algo que encadena, que aprisiona,
literalmente obligación viene OB – delante de, hacia – y LIGARE ligar precisamente
así que obligación significa literalmente VINCULACIÓN A ALGO O ALGUIEN
por tanto, la obligación nos remite a un tema de dependencia o a la necesidad de sentirse unido a algo o a alguien, de ahí la necesidad de pertenencia
así que empecemos a llegar al meollo de la cuestión y descubramos que debajo de la obligación, del sentimiento de estar obligado a… hay una necesidad más profunda que puede ser la de dependencia y/o pertenencia (no sólo éstas pero empecemos por aquí)
Últimamente, en sesión, varias personas me han transmitido la sensación de estar obligadas a … por miedo al rechazo (ser rechazado).
Algunos se han convertido en personas completamente aplastadas por las obligaciones, otros se han convertido en personas tan temerosas de las obligaciones que huyen constantemente de todo lo que consideran obligación, y ven obligación incluso donde no la hay.
En ambos casos se trata de personas NO LIBRES
Ser esclavo de la evasión para sentirse libre, ¡no es ser libre!
piensa en cuántos jóvenes «rebeldes» se niegan a sentirse obligados a ….
y piensa en lo bonito que sería que la gente empezara a darse cuenta de que estos jóvenes probablemente viven su vida cotidiana arrastrando una herida de rechazo
hagamos juntos un breve repaso (y luego los que lo deseen pueden profundizar con el videocurso sobre heridas)
Si me siento rechazado (o más bien si he nacido con esta herida) encuentra en mamá o papá el verdugo perfecto para hacérmelo sentir alto y claro.
Sentirnos rechazados significa sentirnos rechazados en nuestra esencia, es decir, estamos bien mientras hagamos algo (o muchas cosas) pero nunca con la certeza de que vaya a salir bien
y no nos sentimos libres para ser simplemente nosotros mismos
Éstas son las 2 primeras obligaciones importantes que tiene una persona con esta lesión:
- la obligación de no poder ser él mismo
- tener que hacer siempre algo para demostrar que mereces amor y consideración
A veces el no poder ser yo mismo va seguido de la fase de rebelión, ‘para ser yo mismo hago de todo… incluso lo que puede hacerme daño… pero quiero demostrarte a ti y a mí que soy libre y que no puedes obligarme a ser lo que no soy’.
sabemos bien cómo suelen acabar este tipo de experiencias, y ¿por qué la mayoría de las veces acaban mal?
porque inconscientemente no hemos disuelto el pacto con mamá y papá, y de hecho necesitamos reforzarlo para «poder volver a casa»: así que algo pasará, algo irá mal… porque me llamará el sentido de pertenencia, la necesidad de sentirme parte de una familia, de un núcleo… de algo ….y sólo con el fracaso creo que podré volver
¿qué inmenso coste tiene este juego?
y luego otra vez
cuántos NOs se dicen motivados únicamente por la herida del rechazo! al no darme permiso siquiera para evaluar si puedo decir o no un SÍ, me convierto en mi peor verdugo
o digo SÍ a los demás y un gran NO a mí mismo
en resumen, no hay forma de evitarlo… estamos muy lejos de GANAR GANAR.
Aquí, por el contrario, se manifiestan muy bien:
- sacrificio / renuncia
- o bien
- carencia y escasez
- quiebra
- rabia
Si sientes que algo de esto te resuena, intenta rebobinar la cinta de tu vida y escucha si experimentaste algo así cuando eras niño o adolescente.
Volveré al tema de la adolescencia… con emisiones en directo dedicadas
De todo lo que hemos visto hasta ahora, podemos decir que se deriva una concepción del amor como AMOR CONDICIONADO
es decir, el amor siempre está condicionado a lo mucho que me lo merezco, a lo bueno que soy etc….
¡llega un momento en que a veces nos despertamos y sentimos que ya no queremos ese tipo de amor, ¡ME NIEGO! a tener que ganarme siempre el amor!
¿pero cómo hacerlo? ¿cómo salir de ella? porque mientras me digo a mí mismo ME NIEGO A… sigo alimentando el rechazo en mi interior.
Así que
Lección 1: LA OBLIGACIÓN NO SE LLEVA CON REBELIÓN
Hace poco hablé con un cliente que experimentaba este conflicto entre
la imposición (que percibimos desde fuera… pero que por supuesto también vino de dentro como AUTOIMPOSICIÓN – recuerda que cuando se instala el programa aunque no haya nadie fuera que lo ponga en marcha, lo hacemos automáticamente)
imposición/pretensión/autoexigencia
e
necesidad de aceptación, seguridad… del tipo que sólo puedes sentir en los brazos de tu madre
recordemos que la herida del rechazo va de madre a hija y de padre a hijo
esta persona (mujer) ha buscado toda su vida la seguridad (esa seguridad, esa acogida que le faltaba en la relación con su madre) fuera: por ejemplo en sus estudios primero y luego en su trabajo
el famoso trabajo seguro -no importa si totalmente fuera de línea con su esencia y deseos- pero que satisface perfectamente su necesidad de «seguridad
Sin embargo, a medida que crecía, empezó a sentir que lo que ella llamaba seguridad se estaba convirtiendo en una prisión y, en cualquier caso, no era suficiente para que se sintiera verdaderamente segura.
Durante un tiempo fue útil, pero luego no fue suficiente para llenar ese vacío emocional.
Entonces, ¿qué hacer?
Con esta persona (que está deseando que llegue la próxima edición del seminario «Sanar la herida de la madre» trabajamos sobre elúnico deber que todos tenemos.
Lección 2: EL ÚNICO DEBER QUE TENEMOS TODOS ES CUIDARNOS
¿qué significa preocuparse?
con respecto al tema que tratamos hoy significa:
- dejar de rechazarnos a nosotros mismos … no ser rechazados
- respetar nuestros sentimientos teniendo mucho cuidado de no seguir los movimientos reactivos o las emociones del momento – así que ante todo aprender a escucharnos a nosotros mismos
- empezar a experimentar el sí y el no con la plena confianza de que ese sí y ese no, dichos desde un espacio de integridad y no de miedo, serán buenos para todos
- redescubrir en nosotros mismos esa sensación de hogar, de seguridad, que tal vez hayamos echado de menos en brazos de mamá o papá… si queréis hacerlo juntos …. y mientras tanto puedes volver a escuchar «Pacificar la familia interior».
- dándote la bienvenida, sin juzgarte, sin condiciones, sin una razón – y si alguien te pregunta por qué …. eres libre de decir por qué sí, es así.
- no caigas en la trampa de la justificación; mientras te justificas estás diciendo «me siento culpable» y por eso ahora te explico que ….para convencerte (y convencerme) de que mi sí o mi no es correcto… y no tengo por qué sentirme culpable
éstas son sólo algunas pistas que te dejo para esta semana… ¡disfruta de tu exploración!
